viernes, 9 de septiembre de 2011

Para qué

PARA QUÉ…

Muchas veces me he hecho esta pregunta. De un tiempo a esta parte con demasiada frecuencia. Quizá eso tenga que ver con lo que siento con respecto a mi trabajo. Con mi estado de crisis.

Me he cuestionado ¿para qué seguir estudiando?, ¿para qué usar mi escaso tiempo en formarme si nadie más que yo lo aprecia?, ¿para qué focalizar la mayor parte de mi energía en una profesión cuya única recompensa es el escaso reconocimiento de algunos alumnos?

Hoy, sentada frente a esta pantalla, escuchando el silencio de mi casa (algo poco frecuente) confirmé que es parte de mi esencia cuestionarme. Estoy convencida de que esa es la esencia de la profesión que he elegido. A pesar de estar en “crisis con mi vocación”, busco incesantemente reafirmar aquellos para qué que me motivaron hace muchos años a decidir ser docente ( y creo que para eso estoy acá).

¿Para qué? Para solidificar la convicción de que desde el aula se puede incidir en el crecimiento de las personas.¿Para qué? Para confirmar que se pueden producir cambios que de algún modo modificarán la realidad.¿Para qué? Para contribuir al desarrollo de seres críticos que no sean meros espectadores del mundo que los rodea, sino actores. Para eso estudio, para eso me formo, para eso soy docente. Para crecer y para ser hacedora de mis logros, para sentir que mi tiempo es útil y que puedo hacer con él cosas que ya no pensaba; para que mis alumnos no solo aprendan literatura, sino que se den cuenta de que hay muchas formas de ver la realidad y que eso depende de la apertura de nuestras mentes y del lugar que elijamos para hacerlo.

Creer en nosotros mismos y hacer que los demás crean en nosotros. Probablemente el único modo de lograrlo es haciéndonos visibles en nuestro actos cotidianos, en nuestras prácticas, en nuestros vínculos… en nuestras vidas.
Repensarnos…


8 comentarios:

  1. Eugenia. dudas como esa nos asaltan casi a diario, en especial si vemos el estado de la educación en este momento. pero es ese mismo estado el que nos impulsa a seguir y tratar de cambiarlo.
    y aunque a veces no lo percibimos tan claramente somos privilegiados al trabajar en lo que queremos y en estar en contacto con los jóvenes que nos dan la posibilidad de contagiarnos del entusiasmo de su juventud (algunos están vacunados contra ese contagio)
    pero bueno cuestionarse y repensarse es la clave sin duda.
    abrazo

    ResponderEliminar
  2. Tenés razón, en este momento educar implica un gran compromiso no solo con la docencia sino con nuestras propias metas.
    Adelante!

    ResponderEliminar
  3. Eugenia, me gustó y provocó tu post y por eso muchas gracias.
    Hace un tiempo, en una charla, José Miguel García trajo a cuento que el ideograma japonés que significa crisis está compuesto por dos significados: oportunidad y cambio. Y la verdad es que así me gusta mirar a la crisis desde ese momento.
    Más allá del monto de angustia que por momentos tiene el ser tan crítico (con uno mismo y con el mundo), te aseguro que el que está cómodo en su lugar (en el acierto o el desacierto) no tiene ni busca oportunidad de cambio. Y por eso, bienvenida la oportunidad para el cambio, aunque nos duela un poco.
    Te agradezco tu post porque nos recordás que cuando no nos sentimos cómodos, siempre somos responsables por los caminos que decidimos recorrer. Me recuerda al post de Inés Rivero con la leyenda de las mariposas azules (http://mashupsdeines.blogspot.com/2011_08_01_archive.html)
    Saludos!

    ResponderEliminar
  4. Creo que el cuestionarnos hace a nuestra esencia y te entiendo...
    A veces no es solo crisis, oportunidad y cambio como dice Martina... creo también es parte del reconstruirnos y del reafirmarnos...

    La docencia o el trabajar de esto, tiene esta parte inevitable porque muchas veces nos sentimos solos y a la vez parte de un sistema que no siempre nos conforma...

    Lo que te puedo decir es que sé que sos una excelente profe!!!

    Yo trabajaba a mil entre todos los liceos, al igual que todos ustedes. Por motivos de salud un tanto complicados, hace casi 4 años tuve que optar por una vida más rutinaria. Mi vida de oficina con uno o dos grupos de literatura, te puedo decir que me han hecho extrañar estos estados de crisis como nunca!!!

    Porque si bien estas preguntas son como nuestro talón de aquiles... también sus respuestas son como lo que necesitamos para nutrirnos y seguir avanzando...

    Dale chiqui!!! Arriba!!!
    BESOTES
    Laura

    ResponderEliminar
  5. Cuestionarnos está muy bien, habla bien de ti y de tus valores pero piensa siempre en esa vocación que te llevó a trabajar con adolescentes y siente que eso es un privilegio por peor que estén las cosas. Ánimo porque repensarse es bueno!!

    ResponderEliminar
  6. Los cuestionamientos simpre son buenos, y siempre aportan respuestas. Si te cuestionas es porque trabajas en serio. Saludos

    ResponderEliminar
  7. Gracias a todos los compañeros que hicieron sus comentarios.
    La docencia nos provoca muchas cosas, pero el balance termina siendo positivo.
    Verdaderamente creo que, como uds. mencionaron, crisis es sinónimo de oportunidad y cambio. Aproveché este espacio para hacer un poco de catarsis y han sido muy gratificantes las respuestas obtenidas.

    ResponderEliminar